El Polo es una heladería típica y autóctona de Corrientes. Es común que, en el horario de la siesta, se escuche una campana tintinar. Nadie en Corrientes (Capital), desconoce de quién se trata: “del heladero de El Polo”. En invierno lo esperan por los famosos y deliciosos cubanitos rellenos con exquisito manjar argentino, el dulce de leche, y en verano, por el inmejorable helado de dos sabores: vainilla y frutilla, o granizado y chocolate, o dulce de leche y frutilla.
Toda persona que viva en Corrientes, conoce el sonido de la campanita desde principios de los años 80´s. Los vecinos de los diferentes barrios capitalinos, han esperado con ansias, tanto en épocas estivales como invernales, al heladero o al vendedor de cubanitos, dependiendo de la estación del año, para saborear cualquiera de los productos que ofrecen al público.
Don Portillo, fundador de El Polo, como lo llamaban todos los que lo conocían, durante la década de los 60´s, anhelaba tener su propia producción de helados caseros. En invierno, se iba al sur argentino a embalar manzanas con el objeto de reunir dinero y continuar con la producción de helados caseros para el tan esperado verano correntino.
Pionero de la crema helada y del cubanito relleno con dulce de leche en la zona, Don Portillo con mirada progresista y con mucha paciencia, lentamente comenzó a instalarse en la ciudad capitalina. Acompañado por su compañera Arminda, logró hacer crecer aún más sus sueños heladeros, hasta que, el dibujo del cucurucho y los dos sabores se instaló en el imaginario radical de cada habitante de la capital del Taragüí.